viernes, 29 de abril de 2011

SI tienes un sueño cógelo, y ve tras él

Quizá tu vida no es como pensaste que sería. Quizá nada es lo que parece. Quizá todo esto resulta que es como creemos. Quizá exista la predestinación. Quizá la suerte tenga una gran importancia en la vida de las personas. Quizá exista el amor. Quizá el destino juegue las cartas por nosotros. Quizá seamos los responsables de nuestros errores. Quizá exista ese Dios del que tanto hablan. Quizá el nihilismo es lo que dicta actualmente a la sociedad. Quizá la política no sea más que una forma de aspirar al egoísmo puro apoyados en una humanidad que carece de ética. Quizá matar  a un animal en una plaza sea motivo de elogio. Quizá rebajar a la mujer sea… sea un gran error. Quizá todo esto no sea más que un sueño del que sólo nos es posible escapar con la muerte. Quizá las reglas que existentes son las que producen el caos reinante. Quizá no sean éstas y sea el hombre quién es víctima de su propia estupidez. Quizá la ley ampare a los que menos lo necesitan. Quizá el poder ciegue al corazón. Quizá la razón es una pieza de un secreto aún guardado. Quizá el dinero no de la felicidad. Quizá la pobreza sea algo con lo que hay que vivir. Quizá la clase media sea el disfraz del materialismo del poder de las grandes potencias. Quizá ser perfecto sea una utopía. Quizá sea que la envidia ha devorado a la delicadeza. Quizá hemos venido aquí para quedarnos con la duda. Quizá el mundo no sea más que una lucha de gigantes que no tienen nada, no son nada… y, como siempre, piensan que son el epicentro del trueno. Quizá el hombre sea bueno por naturaleza y la sociedad sea quien lo pervierte. Quizá seamos el disfraz de la maldad superpuesto en la cara de la dulzura. Quizá tengamos un cometido en este viaje. Quizá llegaremos a ser alguien. Quizá seamos alguien que llegó, vino y se fue. Quizá el arrepentimiento sea la tortura mental que conduce a la desesperación. Quizá el pasado sea un mal día de resaca. Quizá lo breve sea largo en nuestros espíritus. Quizá le hemos puesto nombre al amor. Quizá hemos empezado a decir que pensamos y hemos dejado de lado la esencia que nos convierte en únicos. Quizá esta sea la historia de un mundo salvaje.


Pero sólo vivimos una vez.
Me he levantado, me he asomado a la ventana y lo he visto claro. Somos tan únicos que nadie tiene garantía. Por eso morimos sin ninguna recompensa. Porque no estamos hechos para lo eterno. Porque nada tiende a infinito. Porque este es nuestro mundo.
Quizá, si tienes una idea, y yo otra, y la compartimos… podamos cambiarlo. Hagámoslo para no dejar de soñar. Para lograr aquello por lo que un día unas personas murieron. Para no desprestigiar a nada ni a nadie. Para ser tolerantes sin miramientos. Porque tenemos que estar dispuestos. 
Ganamos todos. 
Pero a nadie le interesa tener lo mismo que yo, ni que tú. Porque eso nos convertiría en seres humanos iguales. Pero no idénticos. Porque todos nacemos iguales, porque nadie está en posesión de la verdad y lo básico, hoy en día, se ha convertido en imposible para algunas personas.
Y yo me niego a levantarme y dejar al río correr con aguas enturbiadas de envidia y de fama. Estamos abrazados al dinero y el oleaje se ha llevado nuestros sueños. Es el universo que no sabe a donde va.
 Es la caída libre y consentida hacia el infierno.

Puedes llamarme soñadora. Sí, hazlo. 
Pero es legítimo, y creo que estamos en la más irrevocable obligación de luchar por aquello que creemos.
¿Quién sabe? Un día en el mundo puede cambiar el transcurso de los acontecimientos. Los paraísos no están perdidos. Los tenemos ahí fuera. Porque cada lugar que disfrutamos, cada tierra que pisamos es lo que hace que nos mantengamos vivos. Es lo que nos aferra a todo aquello que logra que nuestro corazón bombee. Eso que mantiene las ansias de vivir aunque todo esté perdido. Lo que nos ata a este mundo del que todos protestamos pero que nadie está dispuesto a abandonar sin oponer resistencia. 
Porque no será perfecto, pero es maravilloso.

Y me dispongo a salir al paraíso con los sueños en la mochila y las ganas de luchar en una botella. 
No son fechas caducadas los días que nos quedan, sino oportunidades de obtener finales felices. De conseguir un mundo en el que tú, y yo, y todos, logremos encontrarnos sin amordazarnos.
 El paisaje ya lo tenemos, sólo necesitamos una desintoxicación en frascos de realismo. 
Únicamente somos nosotros quienes fallamos. 
Y hay solución.
Tan sólo tienes que QUERER buscarla.

1 comentario:

  1. Una palabra de aliento sobre un cielo azul. Susurros cuando se esconde el sol =)

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