Es sólo cuestión de tiempo

¿No te has sujetado el corazón mientras intentabas vomitar los recuerdos?

Y te has dejado llevar por la ventana de los sentimientos. No ha quedado lugar en el pasado que no haya sido borrado.

El tiempo nos va robando a picotazos la vida, pero también disuelve las impurezas impregnadas en el alma. Manchas adulteradas en el presente que enturbian nuestra visión.

Recuerdos con fecha de caducidad que están a punto de expirar para siempre.