miércoles, 6 de abril de 2011

No cuidé los detalles, y la suerte dijo: Au revoir

Siempre recuerdo ese momento. Parece que los recuerdos hieren más de lo que había imaginado. Aunque pienso que más bien somos nosotros, subconscientemente, los que nos hacemos daño. Bien sé que no he sido capaz de borrar ningún gesto tuyo, ninguna sonrisa ni ningún beso.
Pero jamás seré capaz de olvidar el momento en el que tu mano rozó la mía, tan delicadamente, que haría lo imposible para volver atrás y volver a sentir lo mismo. Pensareis que es algo que sucede todos los días, todos los días nos rozamos con alguien. Pero nunca, y puedo asegurarlo, de esa manera. Estoy convencida de que no existen palabras para describirlo, que no hay nada que yo pueda escribir que se acerque a ese momento.
Fueron instantes en los que un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo. El gran momento en el que supe porqué todo lo que estaba alrededor giraba con tal perfección. Tanto que me asusté. Y el miedo me llevó por caminos equivocados que ahora no puedo dejar de recorrer.
Eres una adicción. Un infierno del que no sé porqué, pero no quiero escapar. Eres un no parar de temblar. Eres una razón, ahora efímera, que me hace llorar y sonreír, a partes iguales y con la misma intensidad.
No sé qué tienes pero estoy enganchada a ti

1 comentario:

  1. Que directa. Pobrecillo amor al que ames, lo vas a aplastar jajajajaja

    Gran entrada

    ResponderEliminar

murmullo